miércoles, 15 de mayo de 2013

Tendrás que aprender a andar.

Emma de Saéz.

 Fuiste un andar, un siempre solitario entre la gente
Que por vivir en la memoria te olvidas que soy tu presente
Yo también la he perdido.

Ahora sosiegas el camino con palabras mudas
Mas mudo es el dolor que esto provoca
Y tierno el reflejo de tus lágrimas en mis lágrimas
Que distorsiona la piel, los ojos, la boca…
Yo también la he perdido…

Tendrás que aprender a andar, ahora sin ella, ahora solo…
No sometas tu voz al silencio, no mates a estos versos
Que se mueren por seguir suspirando, porque ella no está contigo.
Yo también la he perdido.

Ahora soy sombra de tu sombra y el descuido que te da cuidado
Espero el regalo del sonido de tus besos a mi oído
Y calma este ansia esperanzador de tu habla
Porque sin motivo, tú siempre podrás contar conmigo.

martes, 14 de mayo de 2013

Nuestra actualidad.


Y quiero decirte que hoy sé que todo lo que siento, todo lo que soy viene dado por los valores de mi familia que me ha enseñado que vivir es complicado en este mundo de locos. Como decía un escritor “A mí como a todos los hombres me ha tocado vivir en una difícil época” y en nuestro caso, una época marcada brutalmente por el estrés, la falta de humanidad y la maldita crisis (aunque eso ya es otra historia a contar). Lo que es cierto es que esta situación no deja a nadie indiferente. Un día hablando un poco de todos estos revoloteos...


-¡Qué raro!-me dijo sorprendida, la miré encarnando una ceja pues sabía que lo decía sarcásticamente.
-Así es la vida-respondí
-No, así son las personas- contestó.

Nunca antes me habían hecho reflexionar tanto con tan pocas palabras, al fin y al cabo tiene razón.
Probablemente la frase más odiada de mi vida sea: “Cuando crezcas lo entenderás” y puede que por gracia o desgracia algo entendí: Quise crecer demasiado, ir más y más deprisa, saltándome posiblemente pasos esenciales, queriendo madurar de alguna forma y creer que tenía la fuerza para hacerlo. A veces hay que ser muy adulto para darse cuenta de que echas de menos tu niñez, otra vez. Aunque posiblemente lo que me ha hecho cambiar de idea es que me haya dado cuenta de cosas que ante mi punto de vista, no merecen la pena y otras tantas que duelen tanto… Aprender a no ser egoísta a la vez que serlo, estar siempre alerta, sin poder ser inocente, conocer y conocer… pero no solo eso, de tener un deber, y más de una obligación como persona, conocer extremadamente que es lo correcto para que luego te demuestren que la vida es muy perra, aprender que siempre hay que decir la verdad y luego así nunca podrás pillar las mentiras.

-¡Qué raro!-diría ella

Parece ser que ni el más inocente puede escaparse de este mundo de locos y tan solo puedo decir que hoy tengo miedo a crecer. Seguiré con mi idea de que no necesito que me cuenten lo que sus ojos ven, por que los míos se niegan a ver que una sonrisa es utilizada como arma, se niegan a aceptar que el mundo ya está hecho y que lo mío no es más que una historia empezada por otros. Pues hoy quiero empezar de cero.
Pero… ¡Hay! ¡Duele! aquí y allí, en todas partes. Me dolió la vez que me dijeron: “si quieres puedes” y nunca pude.
Me duele cada vez que gritan la palabra crisis, ¡Crisis! Con cierta pena a los más afectados y sin embargo te ven en un charco de mierda y te pisan ¡te pisan!
Me duele porque estoy demasiado expuesta y no aprendí que si me expongo el sol quema demasiado... Maldita sea la vez que dijeron el término “Efecto invernadero” y el mundo dio espalda para seguir con sus vida. ¿Y la mía? Así no se puede empezar de cero.
Me duele en este otro lado porque no vi el momento en el que nos sentimos infravalorados, sin sitio, con jueces por todas partes. Me duelen tantas heridas y tan mal cicatrizadas…
Y te acordarás del día en el que deseabas “madurar”. Nunca le hables a un niño como a un adulto, ellos se sienten inseguros al nosotros sobre-protegerlos  pero lo contrario sería robarles la inocencia y ese es el más cruel de los crímenes.

-Así es la vida-respondí
-No, así son las personas-contestó

sábado, 11 de mayo de 2013

En un mundo de locos...


Necesite decirte querido lector  que ya llevo algún tiempo sin reflexionar, sin filosofar sobre mis pensamientos (y decir que dar filosofía es muy malo para personas como yo).
Probablemente la frase más odiada de mi vida sea: “Cuando crezcas los entenderás” y puede que por gracia o desgracia algo entendí. Sin embargo heredé esa consciencia que tanto me han enseñado… Aprendí a nunca contentarme, a nunca aceptarme, a nunca conformarme como soy sino que siempre podía mejorar, aprender e incluso enseñar. De que siempre hay que salir hacia adelante y hoy tengo aprendida la lección. Hoy que sé que me queda mucho por vivir y quiero saborear la vida con todas sus consecuencias aunque vivir en este mundo de locos sea complicado. Pero hay algo en mí que nunca se apagará: Mi Ilusión.

Es cierto, ninguno de nosotros somos perfectos pero si cada uno llegáramos a tolerar las imperfecciones de los demás (partiendo de una base ética) podríamos quien sabe quizás a llegar al equilibrio perfecto. Y de toda y cada una de estas cosas lo más importantes es aprender a reír, a reír de unos mismo y si logras hacerlo nunca podrán afectarte las palabras de nadie. Aprender que esa es la conquista más difícil, la de uno mismo y si todos nos lo proponemos incluso ser felices. Porqué aún en este pobre mundo de buenas acciones si logramos hacer reír a alguien significa que ya hemos logrado algo, significa que algo ya tiene sentido. 
                                          

domingo, 5 de mayo de 2013

Cree en ti


Todo el revoloteo de ideas que viene ahora ha sido causado por una persona que hoy se va de mi vida porque se va a vivir a otro país. Ella me conoce y lo último que me ha dicho es “Cree más en ti, tú puedes y lo sabes”.

Ortega y Gasset dijo: “Yo soy yo y mis circunstancias” queriendo decir que nos acostumbramos a ser de una manera u otra para afrentar nuestro día a día, es decir estamos determinados por nuestro ambiente social, y nos vamos ocultando poquito a poco. Porque nosotros tan solo “somos mundo y escuchamos al mundo”; sencillamente nos limitamos a seguirnos unos a otros e imitarnos con palabras, gustos, gestos… porque nos sale por inercia sin saber que lo bonito está en la diversidad. Lo mismo sucede con las ideas y los sentimientos tan bien están determinados, tenemos el mismo prototipo de pensamiento sin saber que cada uno de nosotros puede ofrecer más. Bueno basta de teoría me voy a limitar lo que quiero decir;

¿Cuándo dejé de creer en mí?

Cada uno de nosotros tiene la fuerza para hacer sentir al que tenemos al lado de una determinada manera, como por ejemplo hacerte sentir inferior, torpe, o que carecemos de encanto. Esto es solo una ilusión. Cuántas veces hemos visto a una persona que no nos parecía atractiva físicamente pero luego su seguridad o su carácter te hacían verla más atractiva. ¿Estamos locos? ¿O somos bipolares?, Nada de eso, es lo que quiero decir tu también tienes esa fuerza en tu interior es decir tú también puedes hacer que las personas se sientan de una determinada manera u otra, pero si te muestras a ti mismo como una persona débil tan solo querrán comerte. No dejes nunca que nadie se crea por encima de ti, creéte tu por encima de ellos.