Mañana y posiblemente todas las demás sigas sin darte cuenta... cuánto me has hecho sufrir.Podría escribirte mil historias largas, casi interminables, aunque te rechace es querer evitar lo inevitable. Es una carta escrita con verdades disfrazadas de mentiras porque lo mio son palabras de un adolescente que no describen un adiós.
Y cuando ya te has ido, cuando tan solo eres un vago recuerdo entre mis olvidos, cuando nada más dejas en mi la dulce sinfonía de una película en blanco y negro; vale hay color por todas partes pero no los ves, sabes que están ahí, pero no los sientes a pesar de que sean colores cálidos los sientes fríos, vacíos, rotos.
Eres herida que duele y no se siente, eres un llanto que acude cuando más te necesito y menos te recuerdo, eres un poema de silencio que grita a escondidas un Te quiero.
Tantas han sido las veces que he deseado que salgas y entres de mi vida... Y aún no ser decir lo que decirte quiero, tan solo sé de ti que eres un dulce tormento y si el deseo despierta lo prohibido tengo miedo a amarte y lo hago en silencio.
Emma de Saéz
