Somos el contraste que corrompe
todo, con nuestra pasión innata
lo que no te hace fuerte, mata
más llevabas "valiente" como nombre
A la linda mujer, serenata
cantarle, sin perder la cordura
porque hasta el amor se censura
clavándose como frívola estaca.
Juegas con la curva de tu comisura
y yo vuelvo a mi boca apresadora
y ya no sabes porqué llora
el alma callada en sepultura.
El crepúsculo otoñal añora
el sonido a mi oído de unos besos
la última canción, el último verso
que dejó esta estela rota.
Qué más podría deciros, Emma. No sabéis cuánto me apasiona la frescura que evocáis en cada poema, cómo desencadenáis un cauce de percepciones y sentimientos, que se arrojan al alma como al pasto el rocío, y aún más cuando me habéis obsequiado su sensibilidad en éste fragmento tan preciado que guardaré siempre. Deciros nada más puedo que sigáis así, me ha enamorado y cautivado su forma de expresaros, tenéis mi sincera admiración.
ResponderEliminarEmma de Saéz, no sabéis cuánto ha llegado a cautivarme su poesía, esa sensibilidad innata encauzada en cada verso, y aún más cuando dedicáis su Don en cuanto a éste nuevo admirador suyo. Jamás cambiéis esa sensibilidad que tanto os caracteriza, esa percepción en las cosas. Muchas gracias. Espero seguir disfrutando leyéndoos a través de su blog.
ResponderEliminarTe dedicaría mil y un poemas Leopold, gracias por tu siempre y continua atención a mis pequeños versos que tienen mucho que envidiar a los tuyos, espero como ya te comenté un día que ni el tiempo y las dificultades apaguen esta pasión e ilusión con las que afronto la vida, espero que tu también me sigas deleitando con tu poesía^^
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